martes, 15 de febrero de 2011

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Atrapado, sin salida. ¿No es en el fondo cómo nos sentimos todos?
Todos queremos huir de algo, de casa, del país, del mundo...de la monotonía. Llega un momento, en que crees estar encerrado, en una jaula, un cárcel...y a veces, nuestro carcelero somos nosotros mismos.
¿Qué hay de malo en dejarse liberar de vez en cuando..? Un día, mostrarnos tal y como somos. Sin Fachadas ni artificios, sin máscaras....ese día, seríamos libres.

1 comentario:

Anny dijo...

Es cierto todos huimos de algo lo peor de todo que esa decisión de huir acarrea problemas...