lunes, 1 de noviembre de 2010

Demolition Lovers


Y al final no importan los golpes, las heridas no cicatrizadas...
Después de todo, siempre serás también el bálsamo que las cura, aunque solo sea mientras estás tú.
Porque como ya dije una vez, somos amantes destructores, que nos herimos, nos hacemos daño, incluso a nosotros mismos, y no de forma consciente, sencillamente, son esas heridas, que puede que jamás cicatricen, esos errores no del todo perdonados, esas caricias que no respondes. Ese maldito orgullo que te gobierna.
Pero sin embargo, somos nuestro único remedio, lo único que nos reconforta del mundo. Es un maldito círculo vicioso, para el que dependemos el uno del otro. Una extraña manera de ver el amor.
SI tan solo dejaras ese orgullo de lado por un segundo...


No hay comentarios: